TDAH es la neurodivergencia más diagnosticada y aceptada socialmente.
Claro que esto no es un concurso de belleza o popularidad y no estaríamos en esta misma suposición con otro tipo de condición:
No imagino a un oncólogo diagnosticar anemia porque la gente lo ve menos raro o le asusta menos que leucemia.
En ninguna otra especialidad médica vemos que se diagnostique la condición más aceptada que la real.
Pero si es algo que pasa muy a menudo con el diagnóstico de TDAH
El TDAH se ha convertido en un diagnóstico refugio para muchos casos que en realidad son autismo, ¿por qué?
- Es más aceptable socialmente
- Se percibe como un “problema” más fácilmente tratable
- Medicación socialmente aceptada
- TDAH = “Superpower”, Autismo = “Discapacidad”
- Más aceptable en escuelas
¿Suena más cool?
¡Claro que si!, me parece más aceptable para nosotros como padres, escuelas y amigos que sea TDAH en vez de Autismo y que bueno que mi psicólogo no está muy seguro por ahora y prefiere diagnosticar TDAH.
Esto es una forma más del enmascaramiento (masking) al que los autistas se ven sometidos hoy en día, ya sea de forma de estrategia, presión social o simplemente estrategia de camuflaje.
Del psicólogo complaciente…
Alguien que conscientemente elige el diagnóstico “fácil” para evitar conflictos:
¿Sabes que es lo peor de esta situación? Que además este sesgo está documentado y recomendado: “En los casos fronterizos entre TDAH y TEA (en los que se presentan serias dificultades para orientar la intervención), en tanto no cumpla los criterios completos del trastorno más grave (en este caso el TEA) será preferible quedarse con el diagnóstico de TDAH“
Fuente: https://neuronup.com/estimulacion-y-rehabilitacion-cognitiva/trastornos-del-neurodesarrollo/tdah-trastorno-de-atencion-con-hiperactividad/diferencias-entre-tda-h-y-tea-comprendiendo-dos-trastornos-del-neurodesarrollo/
Los profesionales ADMITEN que prefieren diagnosticar TDAH cuando hay dudas.
Al psicólogo incompetente
Ya sea que lo haga conscientemente para evitar conflictos o por simple incompetencia, ambos casos recaen en la misma falta ética.
Un psicólogo debería estar consciente que así como un médico oncólogo sería totalmente incoherente diagnosticar anemia cuando se trata de leucemia, lo es diagnosticar una neurodivergencia en vez de otra.
Sin embargo es una convención social entre psicólogos: diagnosticar TDAH para permitir a la familia recibir la noticia y sentirse más cómoda que con el diagnóstico de autismo.
¿Cuáles son las consecuencias de este diagnóstico incorrecto?
El enmascaramiento es un término que refleja muchos de los desafíos para las personas autistas y comenzar con un diagnóstico “menos malo” es la forma perfecta de comenzar a enmascarar, ya sea que el paciente sea un niño de 3 años o un adulto.
Las estrategias se encuentran diseñadas para cada diagnóstico y no se pueden utilizar de forma intercambiable.
Finalmente la aceptación, nunca llegará porque no se sentirán totalmente identificados con su diagnóstico.
Un Cambio Necesario
Necesitamos que los psicólogos especializados en diagnóstico de neurodivergencias tengan la ética de cualquier otro profesional de la salud de la cual una vida depende, porque así es: quizás la persona no está en riesgo de muerte por una cardiopatía, cáncer o enfermedad terminal, pero está en riesgo de vivir una vida que no es la suya.
Recibir un diagnóstico correcto es una gran herramienta, poder entender porque pasan algunas cosas, que explica ciertas dificultades y entender que uno no está mal, simplemente es diferente, divergente: neurodivergente.
Pero no un neurodivergente complaciente con la sociedad, con el diagnóstico más aceptado, un neurodivergente en sintonía con su esencia y con lo que puede aportar y recibir de los demás.